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¿Es realista la reforestación como única estrategia contra el cambio climático?

En la búsqueda de soluciones al cambio climático, la reforestación ha sido una estrategia ampliamente promovida y adoptada a nivel global. Sin embargo, un reciente estudio del King's College de Londres plantea dudas sobre la viabilidad de confiar exclusivamente en la reforestación para combatir los efectos del cambio climático.



El informe, publicado en la revista One Earth, señala que centrarse únicamente en la plantación de árboles para la eliminación de dióxido de carbono podría no ser realista ni suficiente. Según el estudio, para que la reforestación sea efectiva como principal estrategia de absorción de CO2, sería necesario utilizar una extensión de tierra equivalente a toda la superficie actualmente empleada para la agricultura y la ganadería a nivel mundial.


Esta conclusión destaca el desafío de implementar la reforestación a gran escala sin afectar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. Las tierras agrícolas y los pastizales son recursos esenciales para la supervivencia humana, y su conversión en bosques tendría consecuencias irreversibles en la disponibilidad de alimentos y en la economía global.


Además, se destaca un aspecto preocupante de esta práctica: tanto países como empresas podrían utilizar la reforestación como justificación para retrasar las necesarias reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, manteniendo la apariencia de cumplimiento con los objetivos del Acuerdo de París.



El estudio también enfatiza que la plantación de árboles, aunque es una herramienta importante en la lucha contra el cambio climático, debe ser parte de un enfoque más amplio y diversificado. Esto incluye la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el desarrollo de tecnologías de captura de carbono, la protección de los ecosistemas existentes, y la implementación de prácticas agrícolas y ganaderas más sostenibles.


Por otro lado, el informe del King's College advierte sobre los riesgos asociados con la reforestación, como la posibilidad de que el carbono almacenado en los árboles se libere nuevamente a la atmósfera debido a incendios forestales, como los vividos recientemente en Canadá o Grecia, o enfermedades y sequías. Fenómenos que se están intensificando cada vez más a consecuencia del cambio climático.



En resumen, la reforestación es una herramienta valiosa en la lucha contra el cambio climático, pero no puede ser la única solución. Es esencial adoptar un enfoque integrado y multifacético para confrontar y paliar eficazmente los desafíos climáticos del futuro.

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