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Los árboles reducen hasta 9 grados el calor urbano en España

  • Ismael Arranz
  • 22 sept
  • 2 Min. de lectura

Un nuevo estudio sobre el clima urbano en España confirma que los árboles y los pavimentos permeables son esenciales para reducir el calor extremo en las ciudades. Las mediciones, realizadas el 20 de septiembre en 24 capitales de provincia y 44 municipios, evidencian que la temperatura entre zonas sin sombra ni vegetación y aquellas con arbolado denso puede variar hasta 8,5 grados, como ocurrió en Pozuelo de Alarcón (Madrid).


Diferencias térmicas entre “infiernos” y “paraísos urbanos”


El informe clasifica los espacios en tres categorías:

  • Zonas “infierno”: pavimento artificial, impermeable y sin sombra.

  • Zonas intermedias: superficies duras pero con sombra parcial.

  • Zonas “paraíso”: suelos naturales, permeables y con arbolado abundante.


Las mediciones revelaron que en las zonas infierno se concentró el 40% de las noches tórridas (temperaturas superiores a 25 grados), lo que confirma su papel como islas de calor urbano. En localidades como Chiclana (Cádiz), Murcia, Chipiona o Valladolid, las diferencias térmicas entre ambas categorías superaron los 5 grados durante la tarde, acentuando el malestar ciudadano en días de calor extremo.

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Pavimentos y vegetación: claves para la renaturalización urbana


El estudio también advierte que el confort térmico depende en gran parte de la temperatura radiante del suelo, un factor fácil de regular mediante pavimentos permeables y vegetación. Sin embargo, los especialistas recuerdan que la masa arbórea necesita entre 20 y 30 años para alcanzar su máximo efecto climático, lo que obliga a planificar con anticipación las estrategias de reforestación urbana.


Además, se recomienda sustituir los pavimentos artificiales de granito y hormigón por suelos naturales, capaces de absorber el calor y mejorar la regulación térmica de los espacios públicos. Esta acción, junto con la plantación de árboles, se presenta como una solución efectiva frente al cambio climático y el aumento de las olas de calor en España.


Llamamiento a la acción por ciudades más frescas


Los organizadores del estudio valoraron la amplia participación ciudadana, que permitió tomar registros en más de 150 puntos diferentes en horarios de mañana, tarde y noche. Los datos, según los investigadores, deben servir como base científica para promover planes de renaturalización urbana y garantizar el confort térmico de la población en el futuro.


La conclusión es clara: más árboles y suelos naturales significan ciudades más frescas y habitables. La inversión en vegetación y pavimentos permeables no ofrece resultados inmediatos, pero sí constituye una medida fundamental para que las urbes españolas sean más resilientes frente al calor extremo y el cambio climático.


Redacción (Agencias)

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