El Mediterráneo se enfrenta una amenaza creciente debido al cambio climático. Un reciente estudio del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología Italiano (INGV), en colaboración con la Universidad de Radboud (Países Bajos), ha revelado que el nivel del mar en la región está ascendiendo a una velocidad tres veces superior a la previamente estimada, una situación que podría poner en riesgo las actividades humanas y las infraestructuras costeras hacia finales de siglo.
Este alarmante hallazgo pone de manifiesto que las proyecciones actuales sobre el aumento del nivel del mar, proporcionadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2021, han subestimado la magnitud del problema a lo largo de las costas mediterráneas.
El hundimiento del suelo agrava la situación
La investigación señala que el fenómeno de la subsidencia, es decir, el hundimiento del suelo por causas naturales o humanas, juega un papel crucial en la aceleración del aumento del nivel del mar.
Nuestros análisis muestran que, debido al hundimiento, en algunas áreas del Mediterráneo, el nivel del mar está aumentando casi tres veces más rápido que en zonas estables
afirma Antonio Vecchio, investigador de la Radboud Universiteit Nijmegen y primer autor del estudio.
El equipo recalculó las proyecciones del IPCC hasta 2150 en 265 zonas del Mediterráneo, teniendo en cuenta el hundimiento del suelo. Estos datos revelan que las diferencias con respecto al informe del IPCC pueden variar significativamente, con un promedio superior en aproximadamente 8 centímetros.
Zonas en riesgo y la necesidad de acción
Aproximadamente 38,500 km2 de costas mediterráneas están en riesgo de sufrir mayores inundaciones marinas y los efectos adversos en el medio ambiente, actividades humanas e infraestructuras. Particularmente, una gran parte de la costa de Italia, Grecia, España y Francia se encuentra en una situación de hundimiento, exacerbando el problema.
Ante esta realidad, los investigadores urgen a tomar medidas concretas para apoyar a las poblaciones costeras, que se verán cada vez más vulnerables al aumento del nivel del mar y a los riesgos asociados. La comunidad internacional, los gobiernos locales y las sociedades deben actuar con prontitud para mitigar los impactos y adaptarse a este desafiante escenario.
Este estudio no solo representa una llamada de atención sobre la urgencia de abordar el cambio climático, sino también un recordatorio de la necesidad de reevaluar constantemente nuestras proyecciones y preparativos frente a un fenómeno en rápida evolución.
El Mediterráneo nos está enviando una señal clara: es hora de actuar.
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