España ha sufrido una de las DANAs (Depresión Aislada en Niveles Altos) más devastadoras de los últimos tiempos, con un impacto especialmente grave en la Comunidad Valenciana. Este episodio de lluvias torrenciales ha dejado trágicas pérdidas humanas y un panorama de destrucción en el que viviendas, infraestructuras y sistemas de transporte han quedado gravemente afectados.
Con el objetivo de entender mejor este fenómeno, exploramos qué es una DANA, por qué su intensidad y frecuencia están aumentando en el clima español y cómo el cambio climático podría estar influyendo en estos episodios cada vez más extremos.
¿Qué es una DANA?
Una DANA es una depresión en niveles altos de la atmósfera que se produce cuando una masa de aire frío queda aislada y rodeada por aire cálido en la superficie. Al chocar el aire frío en altura con el aire cálido y húmedo en niveles más bajos, se desencadenan fuertes tormentas y precipitaciones que, en su forma más intensa, pueden provocar lluvias torrenciales.
En la reciente DANA que golpeó Valencia, se llegaron a registrar precipitaciones equivalentes a las lluvias de todo un año en apenas ocho horas, especialmente en la zona de Chiva, donde se acumularon 491 litros por metro cuadrado. Este nivel de precipitación ha superado la capacidad de absorción del terreno y los sistemas de drenaje, lo que desencadenó graves inundaciones en áreas urbanas y rurales.
¿Por qué son cada vez más frecuentes y potentes en España?
Aunque las DANAs forman parte de la variabilidad climática del Mediterráneo, en los últimos años hemos visto un aumento tanto en su frecuencia como en su intensidad. Esto se debe, en parte, a que las temperaturas del mar Mediterráneo son más altas al final del verano, lo que amplifica el contraste entre el aire frío en altura y el calor y la humedad en la superficie, favoreciendo tormentas más fuertes.
El cambio climático podría estar intensificando estos eventos, ya que el aumento de la temperatura media global eleva la capacidad de la atmósfera para retener humedad, aumentando así el riesgo de lluvias más torrenciales cuando se producen estos episodios. Esto es lo que varios estudios están señalando: una mayor cantidad de lluvia en menos tiempo en regiones como la vertiente mediterránea.
Diferencias entre una DANA y otros fenómenos meteorológicos
A menudo se confunde una DANA con una tormenta, pero hay diferencias fundamentales. Las tormentas suelen tener un alcance limitado y una duración relativamente corta, mientras que una DANA abarca áreas mucho más extensas y puede permanecer varios días en una misma región. Además, las DANAs pueden “estancarse” en un lugar, provocando lluvias continuas y agravando el riesgo de inundaciones.
El término “gota fría”, que en su día se popularizó para describir episodios de lluvias torrenciales, es en realidad sinónimo de DANA, aunque no todos los episodios de lluvia intensa son causados por una DANA. En este caso, la DANA en Valencia ha cumplido con todos los requisitos para provocar lluvias intensas y prolongadas.
El papel del cambio climático en la intensidad de las DANAs
Aunque las DANAs son fenómenos naturales en España, el cambio climático está afectando su comportamiento. Los científicos han identificado que la atmósfera calentada retiene más humedad, y esto implica que los eventos de lluvias intensas, cuando ocurren, son más extremos. Como explica Friederike Otto, experta del Imperial College de Londres, cada fracción de grado de calentamiento puede aumentar la capacidad de la atmósfera para retener humedad, lo que amplifica el riesgo de lluvias intensas en eventos como este.
Además, un estudio de la American Meteorological Society indica que la frecuencia de las DANAs ha aumentado a escala global desde los años 60, y en España, la costa mediterránea es una de las áreas más propensas a su impacto, debido a su posición geográfica y a las condiciones climáticas específicas de la región.
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