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No todos los brazos del pulpo son iguales

  • Ismael Arranz
  • 11 sept
  • 2 Min. de lectura

Los pulpos son conocidos por la increíble flexibilidad de sus tentáculos, pero un nuevo estudio publicado en Science Reports demuestra que estos animales marinos no usan sus brazos al azar, sino que prefieren unos sobre otros según la tarea que realizan.


El trabajo, liderado por la Universidad Atlántica de Florida (EE.UU.), analizó el comportamiento de 25 pulpos en su hábitat natural, en distintos puntos del Caribe y en las costas de Vigo (España). Los investigadores observaron que, aunque los ocho tentáculos pueden ejecutar las mismas acciones, los brazos delanteros se emplean más para explorar el entorno y los traseros para desplazarse.


En total, se catalogaron 12 tipos de movimientos y 15 comportamientos distintos, como cazar, arrastrarse o escapar. Los resultados mostraron que los cuatro brazos delanteros se usaron el 64 % de las veces, frente al 36 % de los traseros. Por ejemplo, los tentáculos posteriores se utilizan con frecuencia para rodar, moviéndose como una cinta transportadora que impulsa al pulpo sobre el fondo marino.


El pulpo Paul, quizá el más famoso de su especie
El pulpo Paul, quizá el más famoso de su especie

Los tentáculos de los pulpos son una de las estructuras más complejas de la biología, formadas por cuatro grupos musculares y alrededor de 100 ventosas con órganos sensoriales capaces de detectar estímulos con gran precisión. Según el biólogo Roger Hanlon, del Laboratorio de Biología Marina (EE.UU.), estas ventosas son el equivalente a “nariz, labios y lengua humanos, todo en uno”.


Más allá de la biología, el estudio tiene un gran interés en el campo de la robótica blanda. Los investigadores señalan que entender cómo se mueven los pulpos puede inspirar el diseño de brazos robóticos flexibles capaces de colarse por aberturas estrechas y realizar tareas de rescate, como entregar agua o alimentos a personas atrapadas en derrumbes.


Este avance confirma que el pulpo común (Octopus vulgaris) y especies afines como O. insularis u O. americanus no solo son animales extraordinarios por su inteligencia, sino también por la sofisticación de sus movimientos, un modelo para la ciencia y la tecnología del futuro.


Redacción (Agencias)


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