Las plantaciones de pitahaya, también conocida como fruta del dragón, se han convertido junto a la palma aceitera en una de las principales causas de deforestación de la Amazonía ecuatoriana, según advierte un informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina.
El MAAP, que lanza alertas de deforestación a partir del análisis de imágenes satelitales, cifró en al menos 160 las hectáreas de bosques amazónicos que se han perdido desde 2019 hasta la fecha en el municipio de Palora, de la amazónica provincia de Morona Santiago.
Palora, conocida como la cuna de la domesticación del cacao hace 5.500 años, es una de las zonas donde más han proliferado en los últimos años los cultivos de pitahaya, un fruto pujante de las exportaciones ecuatorianas que se han comenzado a enviar en los últimos meses a países como China.
De acuerdo al estudio publicado por el MAAP, las 160 hectáreas de expansión de cultivos de esta exótica fruta corresponden a cuatro casos. El más grande abarca 66 hectáreas cerca de la colonia Rio Metzera y en torno al río Pastaza, seguida de 40 hectáreas detectadas en la comunidad de Comache, de 31 en la comunidad Nuevos Horizontes y de 25,5 hectáreas cerca de la comunidad Sangay Rural.
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