Entre septiembre de 2022 y agosto de 2023, los glaciares del mundo han experimentado su mayor pérdida de masa en los últimos 50 años, según un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Se estima que los glaciares han perdido alrededor de 600 millones de toneladas de agua durante este período, afectando particularmente a los situados en el oeste de Norteamérica y los Alpes europeos. En Suiza, por ejemplo, los glaciares han reducido su volumen en un 10% en solo dos años, una cifra alarmante.
Este retroceso glaciar, causado en gran medida por la actividad humana y la alteración del ciclo hidrológico, amenaza la seguridad hídrica de millones de personas que dependen de estos cuerpos de hielo para su acceso al agua potable y su agricultura. Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, advirtió que el deshielo de los glaciares es un síntoma claro del avance del cambio climático y de los problemas que traerá para los recursos hídricos a nivel mundial.
Un ciclo hidrológico más errático e impredecible
El informe también revela que el año 2023 fue uno de los más secos en las últimas tres décadas, afectando a los principales ríos del planeta, como el Misisipi, el Amazonas y el Ganges. Casi el 50% de las cuencas fluviales del mundo mostraron un caudal por debajo de la media, agravando la escasez de agua en regiones que ya enfrentan importantes retos medioambientales. Simultáneamente, algunas naciones isleñas, como Nueva Zelanda e Irlanda, experimentaron un aumento del caudal de agua debido a condiciones hidrológicas inusuales.
La secretaria general de la OMM subrayó que el calentamiento global está acelerando el ciclo hidrológico, haciéndolo cada vez más impredecible. Esto ha llevado a un aumento de fenómenos extremos como tormentas torrenciales e inundaciones en algunas áreas, mientras que otras sufren sequías prolongadas, afectando gravemente a economías locales, ecosistemas y la seguridad alimentaria.
Impacto en la seguridad hídrica global
El agua, como recurso vital, está en el centro de las preocupaciones sobre el futuro del planeta. Según el informe de la OMM, 3.600 millones de personas enfrentan dificultades para acceder al agua durante al menos un mes al año, y esta cifra podría aumentar a 5.000 millones para 2050 si no se toman medidas urgentes.
A pesar de los esfuerzos por cuantificar y gestionar mejor los recursos hídricos, la información sigue siendo limitada. "El agua es el 'canario en la mina' del cambio climático", afirmó Celeste Saulo, subrayando que las anomalías en los sistemas hídricos son una de las señales más claras de las graves consecuencias del calentamiento global. La científica argentina hizo un llamado a mejorar las mediciones globales de precipitaciones y recursos hídricos para poder actuar de manera más eficaz ante la crisis climática.
Sequías e inundaciones simultáneas
El informe también destaca las graves inundaciones que afectaron a Libia en 2023, causando más de 11.000 muertos, mientras que otras regiones, como el sur de Asia, América Latina y África, enfrentaron sequías extremas que afectaron gravemente sus economías. En Argentina, por ejemplo, la sequía redujo el PIB del país en un 3%, mostrando cómo los efectos del cambio climático ya están afectando tanto la seguridad hídrica como la estabilidad económica.
La urgente necesidad de adaptación
El aumento de temperaturas y las alteraciones en el ciclo hidrológico global no solo afectan los ecosistemas naturales, sino también las vidas de millones de personas en todo el mundo. La pérdida de masa glaciar, las sequías prolongadas y las inundaciones devastadoras son una clara advertencia de que es necesario tomar medidas urgentes para mitigar el cambio climático y garantizar un acceso sostenible al agua.
Los expertos advierten que, si no se logra reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y se implementan políticas de adaptación más efectivas, los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos seguirán agravándose, con consecuencias devastadoras para el planeta.
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