Un reciente estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa ha puesto de manifiesto que cerca de 3.000 municipios en España enfrentan una creciente vulnerabilidad ante los efectos combinados del cambio climático, la despoblación y la globalización agrícola. El informe, titulado Más allá de la España vaciada: cambio climático, despoblación y globalización en las zonas rurales, revela que 2.858 localidades, principalmente en Castilla y León y parte de Aragón, serán las más afectadas en los próximos años.

Los investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) han clasificado los más de 8.000 municipios en cuatro grupos territoriales según su grado de vulnerabilidad. Entre estos, el grupo más afectado es el de la "España vaciada y económicamente marginalizada", compuesto por los mencionados 2.858 municipios, que representan el 21% del territorio español.
Desafíos principales: cambio climático y despoblación
Según el informe, las zonas más afectadas por el cambio climático experimentarán un aumento en las temperaturas, una mayor frecuencia de olas de calor y una reducción de las precipitaciones, lo que exacerbará los problemas económicos que ya enfrentan muchas áreas rurales. En estos territorios, la disminución de la tasa de crecimiento natural y el envejecimiento poblacional están muy presentes, sumado a la falta de infraestructura adecuada y la caída de los precios agrícolas.
Por otro lado, las regiones incluidas en la "España que resiste económicamente, pero se seca", que comprende 1.112 municipios (13% del territorio), también enfrentan desafíos importantes, especialmente en términos de sequía y disminución de las precipitaciones, aunque cuentan con una mayor presencia de zonas protegidas y actividad empresarial.
Incendios y erosión del suelo: el riesgo de la "España erosionada"
El tercer grupo identificado en el estudio es la "España erosionada", que abarca 3.198 municipios, aproximadamente el 54% del total nacional. Estas áreas, distribuidas en regiones como Galicia, Asturias y parte del centro y sur de España, no presentan graves problemas socioeconómicos, pero sí se ven gravemente afectadas por incendios forestales y la erosión del suelo, dos de los impactos más destructivos del cambio climático en las zonas rurales.
La España exportadora: menor vulnerabilidad, pero dependiente del comercio global
El cuarto y último grupo identificado es la "España exportadora", formado por 595 municipios cercanos a zonas costeras y grandes ciudades. A pesar de ser menos vulnerable a los efectos del cambio climático, estos municipios dependen en gran medida de la agricultura intensiva y de regadío, así como del comercio agrícola globalizado, lo que los expone a la volatilidad de los mercados internacionales.
Adaptación y políticas integradas como solución
Los autores del informe destacan la necesidad de políticas agrícolas y de desarrollo rural que respondan de manera integrada a los problemas ambientales y socioeconómicos de estas regiones. Entre las recomendaciones se incluye la adaptación al cambio climático mediante el fortalecimiento de las infraestructuras rurales y la revisión de programas como la Política Agraria Común (PAC) para asegurar que aborden tanto la despoblación como la sostenibilidad ambiental.
Este análisis subraya la importancia de un enfoque holístico que promueva el relevo generacional en las zonas rurales sin fomentar un modelo agrícola intensivo que, a largo plazo, podría resultar insostenible frente al cambio climático y la globalización del sector agrícola.
El futuro de estos 2.858 municipios dependerá de su capacidad para adaptarse a los desafíos presentes y futuros, y de la eficacia con la que se implementen políticas públicas que combinen la protección ambiental con el desarrollo socioeconómico.
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