La Unión Europea ha aprobado una ley histórica para combatir la deforestación importada, enfocándose en productos clave como aceite de palma, soja, café, cacao, caucho, carne de vacuno y madera. Esta normativa, que entrará en vigor en 2025, obliga a las empresas a garantizar que sus cadenas de suministro no contribuyan a la deforestación, mediante un sistema de diligencia debida que incluirá la trazabilidad y verificación de sus productos.

La ley establece que las empresas deberán obtener un "certificado de diligencia debida" que garantice que los productos importados no han causado deforestación ni degradación de los bosques desde diciembre de 2020. Esto supone un esfuerzo significativo para preservar los bosques tropicales, que son cruciales en la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
El objetivo es desincentivar la destrucción de bosques y promover prácticas agrícolas sostenibles, que son esenciales para cumplir con los compromisos del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Comisión Europea estima que esta ley podría salvar 71.920 hectáreas de bosques anualmente.
Aunque esta medida ha sido aclamada por organizaciones ambientales, también ha generado preocupación entre los productores en países en desarrollo, quienes temen que las nuevas exigencias puedan afectar sus exportaciones y economías. La UE ha indicado que trabajará con estos países para facilitar la transición hacia prácticas sostenibles y asegurar que los pequeños agricultores no se vean perjudicados.
En conclusión, la ley de deforestación importada representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y la protección de los bosques a nivel global, marcando un cambio importante en las políticas comerciales de la UE para enfrentar uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo.
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