Hasta 145 millones de muertes en 2050 a causa del cambio climático

Según el informe “Quantifying the Impact of Climate Change on Human Health”, elaborado por la consultoría estratégica Oliver Wyman en colaboración con el Foro Económico Mundial. La crisis climática impondrá una grave presión sobre los sistemas sanitarios mundiales, estimando que para 2050, hasta 145 millones de personas podrían morir como consecuencia directa del cambio climático. El estudio destaca cómo el aumento de fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones, incrementará la incidencia de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otras dolencias relacionadas con el clima.

El informe subraya que los sistemas de salud de los países en desarrollo serán los más afectados, enfrentando enormes desafíos para gestionar el incremento de enfermedades y la escasez de recursos médicos. Los fenómenos climáticos extremos, como olas de calor y eventos meteorológicos severos, no solo aumentarán la mortalidad directa, sino que también sobrecargarán los sistemas de salud con un aumento de enfermedades infecciosas y no infecciosas.

Con la subida de las temperaturas globales, se prevé un aumento significativo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. El calor extremo puede exacerbar enfermedades crónicas y aumentar las tasas de mortalidad, especialmente entre las poblaciones vulnerables como los ancianos y los niños. Además, la contaminación del aire, agravada por incendios forestales y emisiones industriales, también contribuye al deterioro de la salud respiratoria.

Los sistemas de salud en los países en desarrollo están especialmente en riesgo debido a la falta de infraestructura y recursos. Estos países se enfrentan a desafíos adicionales como la escasez de agua potable, alimentos y medicamentos. El informe destaca la necesidad de fortalecer los sistemas de salud en estas regiones, proporcionando acceso a recursos esenciales y mejorando la infraestructura sanitaria.

Los autores del informe instan a los gobiernos y a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático y fortalecer los sistemas de salud para enfrentar esta creciente amenaza. Recomiendan una colaboración global para mejorar la infraestructura sanitaria, promover políticas de salud pública adaptativas y asegurar el acceso equitativo a los servicios médicos en todo el mundo.